Trabajos originales
Soporte nutricional e
hipoalbuminemia en quemados crìticos
(Nutritional support
and hypoalbuminemia in critical burned patients)
Guastavino, Maria Paula; Scbuldberg; Pízarro, Liliana, Ramos,
Guillermo; Benaím, Fortunato
RESUMEN
OBJETIVO
Describir complicaciones digestivas en quemados críticos con
hipoalbuminemia severa.
MATERIAL Y
MÉTODO
Estudio retrospectivo, 13 pacientes (año 1999). Protocolo: Nutrición entera¡ (NE)
temprana, fórmulas fluidas listas para usar en infusión continua con bomba y
alimentación oral simultánea. No se realizó aporte de albúmina parenteral.
RESULTADOS
El tiempo de internación de los pacientes críticos estudiados fue de 839 días (x:
64,5 días/paciente, ds 26,8) que realizaron 554 días de nutrición por vía de
excepción (VE) (x: 42,6 ds 22,3). Superficie quemada promedio 51,2% (ds 15,8), quemaduras
AB+13 47,1 %. Edad 38,4 años (ds 13,2). Recibieron NE exclusiva (por ARM) 8,2 días (ds
8) cubriendo el 67% (ds 23/rango 46-95%) de¡ requerimiento estimado. NE más oral 33
días (ds 22,9) aporte vía enteral 60% (ds 14 rango 33-89%), enteral más parenteral 0,5
días (ds 1,3 rango 0-4) recibiendo por NE el 24% del requerimiento (ds 8,48), parenteral
exlusiva 0,3(ds 1,1 /rango 0-4) y sin aporte nutricional 0,5 días (ds 1,4); promedio de
inicio de NE 17,7 hs (ds 9,1) desde el ingreso a CEPAQ. Albuminemia inicial: 2,6 mg/di (ds
0,62); a los 7 días: 1,6 mg/di (ds 0,39), punto crítico 1,3,(ds 0,43), al alta 3,03 (ds
0,54). Complicaciones que se presentaron durante el total de días de VE fueron:
constipación 9 episodios (1,6%), diarrea 12 episodios (2,2%), nauseas 1 (0,2%), vómitos
11 (2%), residuo gástrico 4 (0,7%), suspensión NE > a 12 hs. 2 oportunidades (0,4%).
CONCLUSIONES
La hipoalburninemia severa no aumentó la incidencia de complicaciones digestivas
descriptas en la bibliografía en una población similar y permitió realizar el soporte
nutricional por vía enteral.
SUMMARY
PURPOSE
Description of
digestive dysfunction in critical burned patients with severe hypoalbuminemia, and its
relationship to tolerance of entera¡ feeding.
MATERIAL
AND METHOD
Retrospective analysis of
patients who received early enteral nutrition. Continuous infusion of RTH formulae. They
didn't receive IV albumin.
RESULTS
Total length of stay of this group were 839 days 8x
64,5 days/patient sd.. 26,8). 554 days with nutritional support (k.' 42,6 days/patient sd
22,3). Bum surface area 51,2 % (sd 15,8) deep partial and full thickness 4 7, 1 %. Age
38,4 years (sd 13,2).
NS: Only tube feeding (patients in mechanical
ventilator) 8,2 days (sd 8), with an intake of 67% (sd 23 range 46-95) of their estimated
requirements. Tube and oraL 33 days (sd 22,9). Tube feeding and parenteral nutrition: 0,5
(sd 1,3 - range 0 -4) days. Without NS 0,5 (ds 1,4) days.
.Average of starting tube feeding was 17,7 hours (sd 9, 1)
before their admission.
Albuminemia: initiaL 2,6 mgIdl (sd 0, 62). 7th days 1,6 IngIdl (sd 0,39). Critical point
(lowest) 1,3 (sd 0,43) at discharge 3,03 (sd 0,54)
Digestive dysfunction during the total of
days of NS were constipation 9 episodes (0,2111o), diarrhea 12 episode (2,2016), nausea 1
(0,201o), vomit 11 (2016), high gastric residue 4 (0,7016). Interruptions longer than 12
hours: 2 opportunities (0,401o).
CONCLUSION
Severe hypoalbuminemia didn't increase the
incidence of digestive dysfunction during nutrition support in bumed patients and allows
us to perform tube feeding as the main route of providing nutrients.
INTRODUCCI óN
Los avances
científicos y tecnológicos en el tratamiento de las quemaduras han modificado
significativamente la evolución clínica y han incrementado la posibilidad de sobrevida
de estos pacientes. El desarrollo en el cuidado nutricional contribuyó en esto con
fórmulas para alimentación adecuadas en cuanto a composición y seguridad
microbiológica y uso de bombas de infusión, mejorando la tolerancia y el aporte de
nutrientes.
El Soporte Nutricional de los pacientes
quemados es un pilar de su tratamiento. Cuando la superficie corporal comprometida es
mayor al 20% confluyen varios factores que condicionan una situación de alto riesgo
nutricíonal si no se implementa el Cuidado nutricional adecuado. La necesidad de suplir
por una "vía de excepción" como es la nutrición enteral se hace
imprescindible por la intensidad de] estrés catabólico, la disminución en el apetito
de] enfermo y el tratamiento que implica anestesias frecuentes que hacen, en la práctica,
imposible alcanzar las metas calóricas y proteicas establecidas
Se pueden resumir como los factores nutricionales de riesgo presentes en los pacientes con
quemaduras:
Disminución en la
Ingesta por la injuria y el tratamiento.
Incremento de
requerimiento de Nutrientes.
Incremento de
requerimiento de Nutrientes.
Alteración en la
utilización por catabolismo.
Las quemaduras extensas
producen una respuesta hipermetabólica e hipercatabólica inducida por el estrés, que es
mayor que en cualquier otra situación de injuria y está relacionada con la extensión y
la profundidad de las lesiones. En esta respuesta hipermetabólica pueden contribuir a
incrementar aún más los requerimiento: alteraciones hormonales, pérdida de calor,
disconfort del paciente con la temperatura ambiental, retraso en el inicio de¡ soporte
nutricional, imposibilidad de períodos de sueño e inadecuado tratamiento del dolor.
En la década de¡ 70 se realizaba hiperalímentación parenteral, que luego demostró no
tener beneficios sobre los riesgos que implica [1]. La nutrición parenteral (NP) solo es
necesaria cuando se asocian disfunciones gastro-intestinales que no permitan la
utilización de la vía digestiva. En la década de¡ 80 se estudiaron y desarrollaron las
ventajas de la alimentación entera¡, mejorando el trofismo intestinal y atenuando la
transiocación bacteríana. Hoy se cuenta con muchos estudios que muestran que ésta es la
mejor vía para pacientes con quemaduras [2-3-4].
Los efectos beneficiosos del soporte nutricional adecuado se reflejan en limitar el
catabolismo proteico, mantener la estructura y función de los órganos, mejorar la
cicatrización y el prendimiento de injertos, mejorar la función inmune disminuyendo la
incidencia de infecciones y acortar el tierripo de estadía hospitalaria [5]
Sin embargo, la eficacia del plan de soporte nutricional por vía enteral esta
directamente relacionado con el cumplimiento del mismo, que se puede ver afectado por las
intercurrencia de complicaciones que no permitan continuar con el uso de la vía digestiva
o interfieran en cumplir la totalidad del plan nutricional establecido.
La hipoalbuminernia ha sido clásicamente considerada un factor predisponente de
intolerancia gastrointestinal y diarrea. Dado que en el protocolo utilizadoen el
C.E.P.A.Q., no utilizamos rutinariamente el aporte de albúmina endógena, hemos tenido la
oportunidad de estudiar la incidencia de complicaciones digestivas asociadas al soporte
nutricional vía entera¡ en una población especialmente susceptible como son los
quemados graves.
MATERIAL Y MÉTODO
Se realizó un estudio
retrospectivo, incluyendo todos los pacientes grupos 111 y IV (Clasificación de Benaim
(6» internados durante el año 1999. De esta selección resultó una muestra de 13
pacientes graves y críticos que requirieron soporte nutricional por vía de excepción:
enteral y/o parenteral.
De acuerdo con el protocolo establecido en el C.E.P.A.Q. se inició precozmente la
nutrición entera¡, colocando una sonda de poliuretano de 10 french, con localización
gástrica o post pilórica según resultara de la maniobra de colocación, no
condicionando esto el momento de inicio. Se administraron fórmulas poliméricas o
peptídicas fluidas, listas para colgar en infusión continua con bomba. La progresión se
realizó según tolerancia, con el objetivo de alcanzar la meta calórica en tres días.
Se incluyó alimentación oral simultanea en aquellos pacientes cuyas condiciones
clínicas permitía la ingesta.
El cálculo de requerimientos energéticos se determinó a través de la ecuación de
Harris Benedict agregando un factor de correccion por injuria según porcentaje de
quemadura:
En pacientes en asistencia respiratoria mecánica no se sobrepasó el factor de injuria
1,3 índe
pendientemente de la extensión de la lesion para evitar complicaciones relacionadas con
el ex
ceso de aporte [71].No se administró albúmina por vía endovenosa.
Definiciones de episodios de complicaciones:
Constipación: ausencia de deposiciones mayor
a cuatro días.
Residuo gástrico: un registro mayor a 80 rril.
Diarrea: un día con deposiciones frecuentes
y abundantes de consistencia líquida o semilí
quida.
Distensión: abdomen tenso, no depresible,
Náuseas: se consideró el síntoma segun refe
rencia del paciente.
Vómitos: presencia del síntoma al menos una
vez en el día.
La incidencia de complicaciones se expresa como porcentaje sobre el total de dias de
soporte nutricional (SN) por via de excepciôn (VE).
RESULTADOS
Sobre un total de 839 dias
de internaciôn de quemados graves y criticos (x: 64,5 dias/paciente) se analizô la
toierancia digestiva ai soporte nutricional durante los 554 dias que requirieron
nutriciôn por VE. En este grupo de pacientes la superficie quemada promedio fue de 51,2%,
con quemaduras intermedias y profundas (AB+B) 47,1 %. La edad promedio fue de 38,4 ahos.
Correspondiendo a los grupos 111 y IV de la clasificaciôn de Benaim. Todos los pacientes
recibieron soporte nutricional tan pronto como se recuperaron del shock siendo el tiempo
promedio de inicio del aporte enterai por sonda a las 17,7 h desde el ingreso ai
C.E.P.A.Q. (Tabla 1)
En este grupo, recibieron NE exclusiva (por estar en asistencia respiratoria mecànica) un
promedio de 8,2 dias cubriendo por esta via el 67% del requerimiento estimado. Se realizô
NE màs alimentaciôn oral segùn voluntad del paciente 33 dias siendo el aporte por sonda
del 60% del requerimiento y completando el aporte por via oral. Fue necesario realizar
nutriciôn enterai màs parenteral 0,5 dias (rango 0-4) recibiendo por NE el 24% del
requerimiento, nutriciôn parenteral exclusiva 0,3 (rango 0-4) y dentro del periodo de
soporte nutricional, estuvieron sin aporte de nutrientes 0,5 dias. (Tabla 2 - Gràfico
1).
Todos los pacientes estudiados tuvieron una reducciôn importante de los valores de
albuminemia, Io cual se mantuvo RI menos durante dos semanas. Se tomaron como puntos
comparativos del valor de albuminemia: la inicial (primer valor obtenido) y tuvo un valor
promedio de 2,6 mg/dl; valor màs bajo de la primer semana: x: 1,6 mg/dl, el punto critico
(valor màs bajo de la internaciôn) x: 1,3 (ds 0,43) y el valor al alta 3,03 (ds 0,54). (Gràfico
2)
Las complicaciones que se presentaron durante el total de dias de VE fueron: constipaciôn
9 episodios (1,6%), diarrea 12 episodios (2,2%), nauseas 1 episodio (0,2%), vômitos 11
episodios (2%), residuo gàstrico elevado en 4 oportunidades (0,7%) y fue necesaria la
suspensi6n de la KE por un periodo > a 12 hs. en dos oportunidades (0,4%) (Gràficos 3
y 4).

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TABLA 1
Poblaciôn incluida |
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TABLA 2 |
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Figura 1: terapia nutricional recibida |
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DISCUSIóN
La alimentación entera¡
precoz es segura y efectiva'[8] y se ha descripto como mecanismo de prevención de¡
hipermetabolismo y catabolismo [91. El inicio precoz modularía esta respuesta por la
preservación de la integridad de la mucosa gastrointestinal y por la prevención de la
secreción excesiva de hormonas catabólicas [10-11].
Además el inicio temprano de¡ soporte nutricional por vía entera¡ también se ha
asociado con mejoría en la respuesta inmunitaria por modulación de la respuesta
inflamatoria sistémica, conduciendo a menor incidencia de complicaciones sépticas
[12-131.
A la luz de las evidencias disponibles, se recomienda, siempre que sea posible, el uso de
la vía digestiva y el inicio precoz de la nutrición enteral considerándose una
recomendación grado B en pacientes críticos quirúrgicos [14].
Debido a que la enseñanza tradicional indica que el trauma se acompaña de la presencia
de íleo, ha sido rutinario en estos pacientes posponer el uso de la vía digestiva por
varios días y hasta una semana después el traumatismo. Autores como Zaloga [15] y
Mc.Clave [16] han demostrado que en pacientes críticos la ausencia de ruidos intestinales
se relaciona con íleo gástrico y colónico, conservando el peristaltismo y la capacidad
absortiva de¡ intestino delgado, lo que muestra que se puede utilizar la vía digestiva,
sin considerar estos ruidos como indicador para determinar su inicio. En aquellos
pacientes que no toleran el aporte gástrico se recomienda la colocación de una sonda
post pilórica para disminuir el riesgo de reflujo gastroesofágico. En este grupo de
pacientes se logro iniciar precozmente la alimentación enteral 17,7 h que puede
considerarse un factor contribuyente a la integridad de la mucosa intestinal y por lo
tanto favorable para la tolerancia a la misma.
La sonda fue colocada al lado de la cama de¡ paciente, iniciando la alimentación enteral
tanto si se alcanzara una localización gástrica o postpilórica. En las sondas con
localización gástrica se realizó control de residuo y todos recibieron proquíneticos,
logrando con esto una baja incidencia de complicaciones digestivas según la descripción
en los gráficos 2 y 3. La posibilidad de alcanzar por esta vía la meta nutricional
establecida depende de la tolerancia a la fórmula, al método y al sistema de
administración. Esto puede verse afectado por las condiciones clínicas particulares que
se presenten durante la evolución del enfermo. La hipoalbuminemia severa (menor a 2 g/dl)
(HAS) es frecuente y se presenta en los primeros días de evolución. No se la puede
correlacionar con el estado nutricional, es decir no refleja desnutrición previa o
enfermedad crónica. Es un indicador pronóstico relacionado directamente con la gravedad
de¡ paciente, siendo además un marcador biológico que permite identificar el período
evolutivo en el que se encuentra el paciente [171. En la primera etapa es consecuencia de
exudación de líquidos y proteínas; secundariamente la respuesta inflamatoria conduce a
un aumento de la permeabilidad capilar y a una redistribución de las prioridades de la
síntesis hepática [181. Sheridan y col., mostraron que esta hipoalbuminemia era bien
tolerada por los pacientes [19]. Las HAS se ha asociado con mayor intolerancia digestiva y
diarrea por edema de pared [201. Hwang y col. [21] investigaron la incidencia de diarrea
en un grupo de pacientes críticos describiendo una mayor incidencia en el grupo con
albuminemia menor a 2 g/di que en aquellos con albuminemia mayor a 3 mg/di, pero cabe
destacar que dentro de¡ grupo con HAS había una diferencia significativa en la
incidencia de diarrea si se trataba de una hipoalbuminemia crónica o aguda, encontrando
que los pacientes con HAS crónica eran los que mayor incidencia de diarrea presentaron.
Nuestro grupo de pacientes podemos considerarlo como HAS aguda.
Se observó un escaso número de
complicaciones digestivas aun con niveles muy bajos de albúm1na, coincidiendo con otros
datos de la literatura. Patterson y col. [?2] mostraron que la hipoalbuminemia permitió
el aporte por vía digestiva de¡ 80% y más, del requerimiento estimado, inclusive con
fórmulas poliméricas. En la revisión realizada por Vanek [231 se muestran cinco
estudios prospectivos randomizados en pacientes no quemados en los que no se hallaron
beneficios en la tolerancia con el aporte exógeno de albúmina. Uno de ellos estudió
específicamente pacientes quemados pediátricos [24].
Si comparamos la albuminemia en este grupo y la incidencia de diarrea con los datos que se
presentan en el trabajo de Gottsclich y col. [25], observamos que en una población
similar de pacientes quemados con aporte de albúmina la incidencia de diarrea fue
similar, incluyendo la comparación con grupos recibiendo distinto tipo de formulación
entera¡. Lo que podría mostrar la no-dependencia de la tolerancia a la fórmula con
respecto a la albuminemia. Es importante destacar la implicancia del uso de un" plan
de alimentación entera¡ en infusión continua con bomba utilizando fórmulas en sistemas
listos para colgar, lo que minimiza el riesgo a intolerancias causadas tanto por la
fórmula como por el ritmo de infusión [26-271.Otro, problema en los pacientes quemados
es el ayuno prolongado por las múltiples cirugías que requieren durante su tratamiento
(cada 48 - 72 hs). Un estudio [281 mostró que la suspensión de la nutrición entera¡
tan solo una hora antes de las cirugías no se asociaba con mayores complicaciones y
permitía la administración de más calorías que la actitud convencional de ayuno
prequirúrgico (6 a 8 hs). Nosotros mantuvimos un ayuno de 4 a 6 hs en las sondas con
localización gástrica y reiniciamos 1 hora después de la cirugía en pacientes no
intubados y 1 hora antes y 1 hora después en aquellos en asistencia respiratoria
mecánica debido al riesgo anestésico para minimizar el tiempo de interrupción y
permitir el cumplimiento del plan establecido. La constipación, que fue una complicación
presente en este grupo, podemos relacionarla con la medicación analgésica, las
anestesias y la inmovilidad. La buena tolerancia digestiva y el control del tiempo de
ayuno pre y post quirúrgico permitió mantener la entera¡ como la principal vía para el
aporte de nutrientes.El uso de la nutrición parenteral quedó exclusivamente reservado
para aquellas condiciones clínicas que requirieron suspensión por más de 24 hs de la
vía entera¡ y siempre que fue posible se combinó con un mínimo de aporte entera¡ para
evitar las consecuencias del ayuno en el intestino. Fue necesario realizar nutrición
entera¡ más parentera¡ en dos pacientes representando en el total del grupo 0,5 días
recibiendo por NE el 24% del requerimiento, y solo se realizó nutrición parentera¡
exclusiva en esos mismos pacientes 0,3 días promedio en el grupo. Este criterio de evitar
el uso de la vía parenteral se basó en que los riesgos asociados habitualmente al manejo
de catéteres y fórmulas parenterales los consideramos aún mayores en pacientes con
quemaduras severas por la dificultad de obtener accesos vasculares y por otro lado porque
debe considerar la disfunción en la barrera intestinal que se produce con el uso de la
NPT [29-301.

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Grafico 2 Albuminemia |
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GRAFICO 3
Total de días de afirrientacíón enteral |
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GRAFICO 4
Distribucíón del total de las complícaciones |
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CONCLUSIONES
La hipoalbuminemia severa no aumentó la
incidencia de complicaciones digestivas con respecto a las descriptas en la literatura y
permitió realizar el soporte nutricional por vía enteral.
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